Más de diez mil periodistas han perdido su trabajo desde 2008. Como en muchos otros sectores, la crisis económica está azotando de manera intensa al sector de la comunicación periodística. Sin embargo, la situación de crisis para los medios de comunicación se inició hace mucho más tiempo y los factores son muy variados. Más allá de la coyuntura, el periodismo viene arrastrando una profunda y creciente crisis desde los años setenta, marcada por una progresiva pérdida de lectores en el caso de los periódicos y por un notorio descrédito y desafección de la ciudadanía hacia los medios en general como consecuencia de la continua tendencia a la espectacularización informativa, el “infoentretenimiento”, la desinformación, la profesionalización de las fuentes y la excesiva mercantilización del proceso informativo, en definitiva, por la reducción de la calidad de los contenidos informativos.
La debilidad acumulada en los medios se ha puesto de manifiesto de manera más aguda ante los desafíos que plantea la digitalización, con la que han emergido formas alternativas de hacer periodismo al modelo de los medios convencionales y nuevos actores en el escenario de la comunicación periodística. Ante esta situación cabe cuestionar la vigencia del modelo tradicional de los medios de comunicación y los perfiles clásicos de los periodistas como catalizadores principales de la agenda de los contenidos de actualidad.